Otra vez un nuevo amanecer. Un dia más, los rayos de Sol colándose por las rendijas de la persiana entran en mi habitación, mientras tanto yo alucino en un ir y venir de nuevas sensaciones y queriendo buscar en mi interior una respuesta, una solución a lo exterior, lo único que hoy encuentro es soledad, dulce y mortal y así es como deliciosamente siento surgir de mi interior algo oscuro y profundo, que estremeciendo lo mas hondo de mis entrañas, logra transportarme fuera de aquí llevandome a otra fase donde en medio de la oscuridad y las tinieblas reina el silencio más infinito y que solo mis sueños pueden romper, y al así hacerlo, corro el riesgo de transformar todo cuanto me rodea y que aquello donde antes todo era paz y armonía se convierta en un terrible y agonizante campo de batalla hostil y macabro, espeluznantemente atroz y sangriento, destruyendo todo capaz y razonable. En el futuro, de nuevo siento mi cuerpo sobre la cama y del silencio de mi interior quedo transportado de mi habitación, solo el canto de los pájaros rompe suave y dulcemente mi tranquilidad. Aún perdura en mi habitación un tenue y suave olor a incienso. Todo lo que ahora percibo forma parte de la lucha diaria de vida.